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domingo, 19 de mayo de 2013


Un niño con la responsabilidad de un hombre.
POR: CURIMAYHUA DAVALOS, CHRISTIAN



Felipe Paucara tiene 13 años, trabaja, ya no estudia, vive en el distrito de carabayllo, lo que hace especial a este aun niño, es que tiene la madures y la responsabilidad como la de un adulto, ya que a su corta edad debe encargarse de sus hermanos menores ya que su padre no cuenta con un trabajo fijo.
Todo comienza hace unos 6 años cuando Felipe y su familia deciden migrar a la capital para poder conseguir una vida mejor, unos meses después por causa de problemas de pareja los padres de Felipe deciden separarse, lo cual trae como consecuencia que la madre de este regrese a la sierra dejando al padre a cargo de 3 hijos.
Felipe tiene 12 años y nos cuenta que trabaja desde los 8 quiere decir que tiene 4 años trabajando para poder brindarle la ayuda que su padre necesita para poder salir a adelante con sus hijos, Felipe ya no estudia desde que empezó a trabajar, quizá sea muy joven como para entender las cosas de la vida, pero de lo que es consiente es que con esfuerzo y dedicación se pueden lograr muchas cosas, paso por diversos trabajos, desde lustra botas, hasta el trabajo en el que esta actual, un pequeño puesto en la av. Alfredo mendiola, en una pequeña feria de artesanía y productos andinos, el se dedica a vender dulces y postres serranos tales como habas, cancha, trigo, manjar, entre otros.
Su padre actualmente se dedica a trabajar como ayudante de construcción, mientras que el por las mañanas ve y atiende a sus hermanos menores mientras que  por las tardes va a trabajar a su puesto, también nos cuenta que la primera vez que trabajo se sintió avergonzado, ya que su primer trabajo fue disfrazarse de muñeco para repartir volantes en la calle de una pollería por el cual le pagaban 15 soles al día, “ un señor que era mi vecino me llevo para que trabaje en ese lugar, yo pensaba que solo iba  a repartir los volantes, pero cuando llegamos me  dio una bolsa grande, cuando abrí la bolsa vi un peluche y me dijo que eso me tenía que poner para repartir los volantes , me lo puse y así comencé a trabajar toda una semana, me pagaron 15 soles por cada día que iba, el primer día no me gusto porque me dio mucho calor, pero los próximos 6 días que faltaban me fui acostumbrando, con el dinero que ganaba le daba a mi papa para que nos pudiera cocinar lago y comprarle útiles a mis hermanitos porque le dije que yo ya no quería estudiar y prefería ayudarlo a él”.
Felipe tiene 2 hermanos menores, uno de 7 años y una hermanita de 3 años y medio, si bien no tiene un sueldo estable ni él ni su padre, siempre buscan el modo de ahorrar para que el dinero que obtienen trabajando les pueda alcanzar para la comida útiles de sus hermanos y el alquiler del cuarto en el cual están viviendo, pero todo en su vida no es trabajo, también se da un tiempo para tocar la quena, instrumento que le gusta mucho y que su abuelo por parte de padre le enseño “cuando tocas la quena  sientes que la melodía que sale del instrumento te eleva, te hace soñar , te tranquiliza y te saca de este mundo”  fue lo que exclamo al contarnos este pasaje de su vida.
“En la sierra la vida es diferente hay mucho campo para jugar y criar los animales,  hay lugares bonitos para visitar pero sobre todo las cosas cuestan más baratas, en cambio  aquí en lima hay muchos carros, las casas son pequeñas y por todo te cobran, hay muchos delincuentes, la otra quisieron asaltar  a mi papa cuando venía de trabajar pero por suerte no le quitaron nada porque los vecinos lo ayudaron”
A pesar de las dificultades que el destino ha puesto en la vida de Felipe el no se deja vencer, si bien no va al colegio a estudiar, le gusta practicar la lectura en su casa, confiesa que le gusta leer obras literarias, las que le piden a su hermanito en el colegio y otras que el por decisión propia compra en la calle “no se mucho de matemáticas ni otras cosas que enseñan en el colegio porque ya no voy, pero me gusta leer, cuando paso por la calle rumbo a mi casa, veo los libros que venden unos señores en el piso y me quedo mirando, si hay uno que me llama la atención lo compro y en mi casa lo leo de a pocos porque llego casi de noche”
A pesar de su corta edad tiene muy claro cuál es su meta de el y su padre, conseguir un trabajo y un lugar fijo donde puedan vivir y montar un negocio propio de ellos ya que su padre en la sierra se dedicaba reparar zapatos, pero acá no lo hace porque no tiene las herramientas necesarias ni el dinero suficiente para poner su puesto de renovadora de calzado.
Por otro lado nos cuenta que uno de sus sueños es tener una casa propia donde pueda vivir con sus hermanos y su papa donde ya no tengan que pagar ningún alquiler y usar todo el espacio que quiera y comprarse más cosas, ya que no pueden por el espacio limitado que tienen, también nos dice que no ha perdido la comunicación con su mama de vez en cuando la llama por teléfono, habla con ella y le cuenta como le esta llendo acá en lima.

De esta manera hemos conocido algo sobre Felipe un niño con la responsabilidad de un hombre que nos enseña que por más dura que pueda ser la vida la perseverancia es lo que nos mantiene vivos, si uno en verdad quiere triunfar no es necesario tener  todas las comodidades sino solamente la voluntad para lograr todos nuestros objetivos 













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