Apellidos y nombres:
REDACTOR: Puquio Zevallos, Joel Martin
GRAFICO: Asin Cabanillas, Jesus
Nos ha pasado que creemos lo que vemos de día
será igual de noche, pues eso pasa en innumerable cantidad de veces, es así que
las apacibles y tranquilas calles del centro histórico de lima se ven poblada
por personas de las cuales de día nos parecería extraño ver y provocarían el
mayor de los repudios por personas disque moralistas que lo único que hacen es
juzgar sin preguntar.
Ya se ha hecho costumbre en los limeños el
ignorara a personas que solo no nos es grato ver o con las que no estemos en
acuerdo reduciéndola al grado de insignificantes sin siquiera imaginar que
aquella persona también tiene una historia, un problema, que le aqueja lo mismo
que a nosotros nos aqueja, ignorando la única diferencia que hay entre ellos y
nosotros “el que nosotros tal vez si tuvimos una oportunidad que ellos no”.
Enrique Salcedo es uno de ellos, conocido
como Roxana en el lugar donde se intenta ganar la vida, una pequeña calle en la
avenida La Colmena. Luego de haber estado caminando por casi 30 minutos, lo
encontramos ofreciendo sus servicios, y le preguntamos si nos podría ayudar, al
principio pensó que era por las razones por la cual comúnmente se acercan a él.
Pero le explicamos el motivo por el cual nos habíamos acercado y acepto.
Nos llevó por una pequeña quinta donde tenía
su cuarto, en ese momento decidimos tomarle la primera foto de espalda pero
pidió por favor que no lo hagamos de nuevo, que no quería ni una foto así sea
con los fines universitarios que le explicamos en un inicio.
Comenzamos la entrevista un poco tímidos, y
le hicimos la primera pregunta, ¿Hace
cuánto que trabajas en las calles? Nos dijo que hace 5 años casi al mismo
tiempo que le confeso a sus padres su homosexualidad, sus padres los típicos
conservadores no quisieron tener un “fenómeno” en casa, como él mismo nos
cuenta con los ojos rojos, y lo echaron de su casa. En la calle conoció otro
homosexual que lo llevo al lugar donde actualmente trabaja y desde ese momento
se dedica a la prostitución.
Volvió a ver a sus padres hace un par de
meses y siente que aún lo ven como un fenómeno así que se alejó y desde ese no
ha vuelto a saber de ellos. Nos contó también que cuando era niño un amigo
allegado a su familia abusó sexualmente de él mientras sus padres no estaban en
su casa, él nunca dijo nada por miedo a que le hicieran daño a su mamá, era de
la manera en que ese desalmado tenia amenazado a Enrique, además al miedo que
sentía de que le creyeran más al amigo de la familia que a su propio hijo.
Comúnmente las personas que acuden a pedir sus servicios son personas de 30 a 50
años, en una ocasión un tipo alto de tes clara lo golpeo tan fuerte que casi le
quita la vida, no recuerda muy bien ya que fue por el que se motivó a comprar
un arma de fuego que nos mostró, jura que si vuelve a verlo le pondrá una bala en la cabeza. Ya que nos contó
eso le preguntamos qué anécdotas había tenido con estos 5 años en el rubro de
la prostitución, “una vez llego a mi esquina un señor manejando un taxi, fuimos
al hostal al cual voy cada vez que tengo un cliente, y dentro quería que lo
amarre y que le orine encima” ella miraba al vacío y se acordaba de eso y le
salió una pequeña carcajada a lo que nosotros sonreímos. Luego de un silencio
incomodo se acordó cuando uno de sus clientes se quedó completamente dormido y
no sabía si rebuscar sus bolsillos, cosa que hizo, “la calle es dura y hay que
hacer dinero como sea, se me presento esa oportunidad y cogí la plata” le
preguntamos si lo volvería a hacer y sin pensarlo dijo que sí.
Los serenos son un fastidio para el trabajo
que cumple Roxana, muchas veces pasan y no los dejan trabajar e incluso muchas
veces hasta llegan al punto de robarles todo el dinero que traen. Eso no suele
ocurrir muy a menudo pero cuando sucede no tienen a quien recurrir ya que lo
que hacen es completamente ilegal.
Conoció a un sereno, muy simpático a su parecer, ella cree que él es
homosexual, le preguntamos ¿cómo lo sabía? y solo nos respondió “yo conozco a
los que son como yo” dice que muchas veces ha intentado buscarlo para conocerlo
mejor, pero que no ha tenido éxito. A esto le preguntamos si alguna vez se
había enamorado de alguno de sus clientes, nos dijo que si, especialmente de
uno, era no de estatura promedio moreno, suele recurrir a los servicios de
Roxana muy a menudo, dice que solo recurre a ella y a ninguna otra de la cuadra
donde trabaja. Él siempre le ha pagado aunque muchas veces, ella no le cobra
por sus servicios. “El problema es que él está casado y tiene 2 hijos” nos dice
Roxana con esos ojos rojos, idénticos a los que vimos al contarnos de su
familia.
En algún momento de su vida piensa dejar el
mundo de la prostitución y quizás buscar estudiar algo, aunque tiene un miedo
terrible a la desaprobación de la sociedad debido a su opción sexual, pero no
se deprime frente a esto, por ahora no le falta donde vivir ni dónde comer,
vive en el lugar donde nos encontrábamos haciendo la entrevista con 2 amigos
más que se dedican a lo mismo.
Al contemplar la normalidad de la que habla
de sus clientes caímos en una interrogante muy propia de personas que tal vez
no conozcamos mucho ese mundo ¿alguna vez sentiste asco por algunos de tus
clientes? (dando por eludido el hecho de que ya no sienta asco) respondiendo de
manera muy directa “claro que siento asco, trato de ser selectiva (risas),
aunque de como verán a en este trabajo los clientes que se presentan no suelen
ser una hermosura”. Siendo sinceros su respuesta tenía más que lógica, un claro
toque de experiencia, de que en la calle no se puede escoger, simplemente se
agarra lo que viene.
Recordamos al momento de hacer contacto con
ella que las demás nos estaban observando de manera casi intimidante a lo que
le hicimos referencia ¿has tenido problemas con alguna de tus compañeras? Otra
vez miro hacia el vacío de la habitación “claro en un inicio tuve problemas más
que todo por los clientes como no conocía quienes eran los “caseritos” de
ellas, chocaba”. ¿Qué era lo que te hacían? “ummm lo común era que me mandaran
indirectas, incluso en alguna oportunidad llegue a irme a los jalones de pelos
con una de ellas”. ¿Cómo paraste ese acoso? “creo que el que me vieran más
seguido hizo que se dieran cuenta que yo estaba igual que ellas que necesitaba
sostenerme de algo, también he mostrado mi apoyo a ellas en innumerable
cantidad de ocasiones, las he defendido de los maltratos de los clientes, o de
incluso que los rateros no les roben”.
La oscuridad de la zona solo nos hizo pensar
en peligros como los robos, asesinatos y golpizas que por poco olvidamos que no
solo pasan por ese tipo de problemas sino también pasan por los que son
causados por enfermedades de trasmisión sexual muy típica en personas que se
dedican a ese oficio. ¿Qué tipo de protección contra enfermedades usas? “Lo más
común que uso son los condones, lo siento más seguro, aunque he oído casos de
mis amigas que les ha fallado lamentablemente” ¿Quién pide esta protección tu o
el cliente? “la mayoría de veces el cliente, aunque si ha habido ocasiones en
las que la he pedido yo, mas por seguridad mía que de él” ¿ya han fallecido
compañeras tuyas por causa de una enfermedad de este tipo? “ Si, claro lo más triste es que muchas veces su familias
lo dan por abandonado y los llevan a
fosas comunes, no les dan una sepultura digna creo que mientras sigamos en este
“negocio” ese tipo de fin tendremos” ¿alguna ONG las apoya? ”Creo que sí, la
verdad no estoy muy metida en eso, es que no creo prefiero yo misma apoyar a
mis compañeras en vez de usar otros medios poco confiables es la verdad” lo
cierto es que no es la primera vez que oímos que las cosas en estas
organizaciones no se hacen de manera correcta generando dudas en los que tal
vez debería proteger.
Nos despedimos de ella dándole el pago
establecido por su tiempo y abrir nos vida a dos completos extraños, también
con el miedo que genera la noche a
personas que tal vez de están acostumbrado a ver las calles con la luz del día,
pero con una muy buena lección “las calles de no solo albergan a personas
también albergan historias que muy pocos podemos conocer, he ignoramos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario