Un niño con la responsabilidad de un
hombre.
POR: CURIMAYHUA DAVALOS, CHRISTIAN
Felipe Paucara tiene 13 años, trabaja, ya no
estudia, vive en el distrito de carabayllo, lo que hace especial a este aun
niño, es que tiene la madures y la responsabilidad como la de un adulto, ya que
a su corta edad debe encargarse de sus hermanos menores ya que su padre no
cuenta con un trabajo fijo.
Todo comienza hace unos 6 años cuando Felipe
y su familia deciden migrar a la capital para poder conseguir una vida mejor,
unos meses después por causa de problemas de pareja los padres de Felipe
deciden separarse, lo cual trae como consecuencia que la madre de este regrese
a la sierra dejando al padre a cargo de 3 hijos.
Felipe tiene 12 años y nos cuenta que trabaja
desde los 8 quiere decir que tiene 4 años trabajando para poder brindarle la
ayuda que su padre necesita para poder salir a adelante con sus hijos, Felipe
ya no estudia desde que empezó a trabajar, quizá sea muy joven como para
entender las cosas de la vida, pero de lo que es consiente es que con esfuerzo
y dedicación se pueden lograr muchas cosas, paso por diversos trabajos, desde
lustra botas, hasta el trabajo en el que esta actual, un pequeño puesto en la
av. Alfredo mendiola, en una pequeña feria de artesanía y productos andinos, el
se dedica a vender dulces y postres serranos tales como habas, cancha, trigo,
manjar, entre otros.
Su padre actualmente se dedica a trabajar
como ayudante de construcción, mientras que el por las mañanas ve y atiende a
sus hermanos menores mientras que por
las tardes va a trabajar a su puesto, también nos cuenta que la primera vez que
trabajo se sintió avergonzado, ya que su primer trabajo fue disfrazarse de
muñeco para repartir volantes en la calle de una pollería por el cual le
pagaban 15 soles al día, “ un señor que era mi vecino me llevo para que trabaje
en ese lugar, yo pensaba que solo iba a
repartir los volantes, pero cuando llegamos me
dio una bolsa grande, cuando abrí la bolsa vi un peluche y me dijo que
eso me tenía que poner para repartir los volantes , me lo puse y así comencé a
trabajar toda una semana, me pagaron 15 soles por cada día que iba, el primer día
no me gusto porque me dio mucho calor, pero los próximos 6 días que faltaban me
fui acostumbrando, con el dinero que ganaba le daba a mi papa para que nos
pudiera cocinar lago y comprarle útiles a mis hermanitos porque le dije que yo
ya no quería estudiar y prefería ayudarlo a él”.
Felipe tiene 2 hermanos menores, uno de 7 años
y una hermanita de 3 años y medio, si bien no tiene un sueldo estable ni él ni
su padre, siempre buscan el modo de ahorrar para que el dinero que obtienen
trabajando les pueda alcanzar para la comida útiles de sus hermanos y el
alquiler del cuarto en el cual están viviendo, pero todo en su vida no es
trabajo, también se da un tiempo para tocar la quena, instrumento que le gusta
mucho y que su abuelo por parte de padre le enseño “cuando tocas la quena sientes que la melodía que sale del
instrumento te eleva, te hace soñar , te tranquiliza y te saca de este
mundo” fue lo que exclamo al contarnos
este pasaje de su vida.
“En la sierra la vida es diferente hay mucho
campo para jugar y criar los animales,
hay lugares bonitos para visitar pero sobre todo las cosas cuestan más
baratas, en cambio aquí en lima hay
muchos carros, las casas son pequeñas y por todo te cobran, hay muchos
delincuentes, la otra quisieron asaltar
a mi papa cuando venía de trabajar pero por suerte no le quitaron nada
porque los vecinos lo ayudaron”
A pesar de las dificultades que el destino ha
puesto en la vida de Felipe el no se deja vencer, si bien no va al colegio a
estudiar, le gusta practicar la lectura en su casa, confiesa que le gusta leer
obras literarias, las que le piden a su hermanito en el colegio y otras que el
por decisión propia compra en la calle “no se mucho de matemáticas ni otras
cosas que enseñan en el colegio porque ya no voy, pero me gusta leer, cuando
paso por la calle rumbo a mi casa, veo los libros que venden unos señores en el
piso y me quedo mirando, si hay uno que me llama la atención lo compro y en mi
casa lo leo de a pocos porque llego casi de noche”
A pesar de su corta edad tiene muy claro cuál
es su meta de el y su padre, conseguir un trabajo y un lugar fijo donde puedan
vivir y montar un negocio propio de ellos ya que su padre en la sierra se
dedicaba reparar zapatos, pero acá no lo hace porque no tiene las herramientas
necesarias ni el dinero suficiente para poner su puesto de renovadora de
calzado.
Por otro lado nos cuenta que uno de sus
sueños es tener una casa propia donde pueda vivir con sus hermanos y su papa
donde ya no tengan que pagar ningún alquiler y usar todo el espacio que quiera
y comprarse más cosas, ya que no pueden por el espacio limitado que tienen,
también nos dice que no ha perdido la comunicación con su mama de vez en cuando
la llama por teléfono, habla con ella y le cuenta como le esta llendo acá en
lima.
De esta manera hemos conocido algo sobre
Felipe un niño con la responsabilidad de un hombre que nos enseña que por más
dura que pueda ser la vida la perseverancia es lo que nos mantiene vivos, si
uno en verdad quiere triunfar no es necesario tener todas las comodidades sino solamente la voluntad
para lograr todos nuestros objetivos
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